Hace ya un año de la boda de Silvia y Jose, y todavía tengo en la memoria el haber disfrutado mucho ese día. Conocí a Silvia en mi estudio, recuerdo que vino acompañada de dos amigas y juntas ojearon varios de mis trabajos de boda… Eso fue una muestra de lo importante que son sus amigos, y lo pude comprobar más adelante.
Toda su boda se celebró en la Finca Rovallines en Valdáliga (Cantabria). Tras una emotiva ceremonia civil, les robé unos minutos para hacer unas fotos por los espectaculares rincones que esconde la finca. Tras las fotos de grupo, el cocktail y la comida, llegó la hora del baile, Jose y Silvia me habían comentado que iban a hacer una coreografía con unos amigos, pero (de verdad) no me imaginaba la «currada» que se habían pegado, fue espectacular. Y a partir de ahí la fiesta no paró, salvo para ver el «Same Day Edit» que les preparé. Ya entrada la noche unos fuegos artificiales pusieron el colofón a un día totalmente perfecto.